En el solemne día del lunes 8 de diciembre del año de gracia de mil novecientos diecinueve, en el seno de la noble ciudad de Santa Fe de la Vera Cruz, cabecera del Departamento La Capital, Provincia de Santa Fe, en la vasta República Argentina, vio la luz primera una niña a quien se le otorgaron los nombres de Cecilia Marina Mori〈n°8a〉, trayendo consigo la promesa de una vida colmada de destinos por cumplir y senderos por recorrer.
La noticia de su llegada fue debidamente consignada por las autoridades competentes del ilustre Registro Civil de la Provincia de Santa Fe, quienes, con escrupulosa diligencia y conforme a las leyes de la República, procedieron a expedir y entregar el documento que da fe de su nacimiento. Este acta, pieza insustituible del entramado familiar, consagra su lugar en la historia, al registrar no solo la hora y el día de su venida al mundo, sino también el amoroso contexto en que fue recibida.
Este noble testimonio, forjado con tinta y voluntad, certifica el inicio de una existencia que, como las aguas del Paraná, habrá de abrirse paso con fuerza y propósito. Así se perpetúa el recuerdo de este magno acontecimiento, que habrá de resonar con orgullo en las generaciones venideras.